Otra vez estoy en la sala común del Hostal, escribiendo.
Estuve todo el día en el Planetario. Ver la ciudad a lo lejos me hace querer estar allá!
Pero las conferencias son igual de interesantes.
Los montajes en el planetario, hasta donde pude ver, son muy bonitos... ojalá pueda visitarlo con más calma!
El congreso, como todo, tienen sus pros y sus contras. Por ahora voy a escribir un poco sobre la gente, porque la ciencia también es un asunto de relaciones públicas, y eso en ocasiones puede ser aburrido. A veces, hay quienes creen que porque tienen más información, valen más que los demás... y aunque eso tal vez les da cierto poder, eso no los hace mejores personas.
Sin embargo, así como hay cualidades negativas, también las hay positivas. Gente amable, gente con ideas interesantes, gente que -como yo- se pone feliz de las coincidencias. Por ejemplo, que la única otra persona que llegó más temprano de la hora al planetario fue alguna vez profesor de la universidad donde voy a estudiar, o que la señora que nos filmó en la escuela del Vaticano también está en este congreso y justo la semana anterior había estado trabajando en el material del año pasado.
Estuve sentada comiendo al lado de Frank Drake (... sí, el de la “ecuación de Drake”) y me enteré para la hora del café... antes de eso, me contó que había estado dos veces en Cartagena, me ayudó cuando mi inglés no me permitía seguir la conversación, y me dejó pensando cuando (sin saber todavía quién era) comenté que con todos los años que llevaba trabajando en SETI debía ser un experto en el tema y me dijo “puedo saber muchas cosas, pero nadie es realmente experto”. ... huy, acabo de caer en cuenta que incluso creo haber iniciado la conversación preguntando “y usted, en qué tema trabaja?” lo cuál es increíblemente curioso si se tiene en cuenta que la mitad de las discusiones en SETI tratan sobre la ecuación de Drake (!!). En este momento, realmente me alegro de haberlo conocido sin saber quien era. A veces, saber ese tipo de cosas cambia la forma en que me acerco a las personas...
Paréntesis para los que conocen a TBCB: esto acaba de recordarme que la primera vez que vi a Juan David entre la fila del público de un toque en la libélula, no tenía ni idea quien era.. curioso.
Bueno. El planetario queda en una saliente sobre el lago y tiene una vista increible sobre la linea de rascacielos. ... creo que ya lo había dicho? Si, tal vez... bueno, eso confirma que es una vista increíble! La cafetería del planetario (para mis papás que me ayudaron con el programa, el famoso “café Galileo”) tiene vista sobre la ciudad. Y durante la comida, pude ver un atardecer... Mañana, a primera hora, lo que voy a hacer es tomar fotos!
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