Aparte de la evidente poesía inherente en el hecho de estar en un barco encallado en una isla de hielo en la noche del Ártico, existe otro propósito para viajar kilómetros y kilómetros hacia el Norte: tomar muestras.
Para tomar muestras necesitamos toda suerte de material, desde un serrucho de poda japonesa hasta un colador de cocina. Y las muestras hay que preservarlas; lo que requiere desde filtros de papel hasta productos químicos tóxicos que se descomponen con la luz.
El serrucho, el colador, los filtros y otras decenas de elementos fueron enviados al barco en Julio del año pasado, empacados cuidadosamente en quince neveras y cajas de todos los tamaños (y materiales). Este particular equipaje fue almacenado con otras decenas de neveras y cajas en los varios depósitos del barco.
Su misión, Min y Marcela, si deciden aceptarla (...no es que tengamos opción...), es bajar al depósito y encontrar el material que necesitan.
Y mientras pienso que el único lugar al que sé llegar en el barco sin perderme es el cuarto de operación de la roseta (y el baño)... se me ocurre la primera de muchas preguntas... dónde está el depósito?
Tuesday, February 19, 2008
Sunday, February 17, 2008
Roseta
Viernes 11 de Enero; 7:20 de la mañana. Mencioné que nuestra habitación queda al lado del cuarto de operación de la roseta?
Min y yo nos acabamos de levantar y estamos preparándonos para el desayuno. Para mi, "desayuno" es una actividad cotidiana, indispensable, que tiene lugar a las 7:30 de la mañana. Pero pronto descubriré que no es la única.
"Min? Marcela? vengan a ver la primera roseta del día!"
"La primera qué del día?" pienso yo mientras salgo del cuarto aún un poco dormida y sin poder asociar la palabra "roseta" con ninguna actividad cotidiana que pueda ocurrir antes del desayuno. Sigo a mi profesora en su camino hacia a la habitación de al lado y entonces recuerdo. "Ah, la roseta".
Poco a poco he aprendido que la Roseta-CTD es EL instrumento de la oceanografía. Quieres saber los parámetros básicos que describen el océano bajo tus pies? ... usa una Roseta-CTD. Quieres tomar muestras de agua? zooplancton? microorganismos? ... usa una Roseta-CTD.
Mientras discuten acerca del futuro plan de muestreo, opto por quedarme callada. Acabo de recibir una leve reprimenda debido a mi escaso conocimiento, y es que la oceanografía es algo nuevo para mi. Sólo he usado la Roseta-CTD una vez en mi vida y ésa se lanzaba desde el borde del barco. Nunca he tomado muestras de agua. Y a decir verdad creo que nunca había apreciado este instrumento hasta ahora, cuando "lanzar la roseta" entró a formar parte de mis actividades cotidianas previas al desayuno.
Estoy parada detrás de Vèronique, la operadora de la Roseta. En silencio veo cómo se van dibujando sobre la pantalla negra las líneas de colores que marcan la temperatura, la salinidad, el oxígeno... Líneas que bajan a medida que la roseta desciende en el agua, profunda y oscura, mientras envía hacia nosotros sus señales de electricidad que se transforman en luz al llegar a la pantalla.
Min y yo nos acabamos de levantar y estamos preparándonos para el desayuno. Para mi, "desayuno" es una actividad cotidiana, indispensable, que tiene lugar a las 7:30 de la mañana. Pero pronto descubriré que no es la única.
"Min? Marcela? vengan a ver la primera roseta del día!"
"La primera qué del día?" pienso yo mientras salgo del cuarto aún un poco dormida y sin poder asociar la palabra "roseta" con ninguna actividad cotidiana que pueda ocurrir antes del desayuno. Sigo a mi profesora en su camino hacia a la habitación de al lado y entonces recuerdo. "Ah, la roseta".
Poco a poco he aprendido que la Roseta-CTD es EL instrumento de la oceanografía. Quieres saber los parámetros básicos que describen el océano bajo tus pies? ... usa una Roseta-CTD. Quieres tomar muestras de agua? zooplancton? microorganismos? ... usa una Roseta-CTD.
Mientras discuten acerca del futuro plan de muestreo, opto por quedarme callada. Acabo de recibir una leve reprimenda debido a mi escaso conocimiento, y es que la oceanografía es algo nuevo para mi. Sólo he usado la Roseta-CTD una vez en mi vida y ésa se lanzaba desde el borde del barco. Nunca he tomado muestras de agua. Y a decir verdad creo que nunca había apreciado este instrumento hasta ahora, cuando "lanzar la roseta" entró a formar parte de mis actividades cotidianas previas al desayuno.
Estoy parada detrás de Vèronique, la operadora de la Roseta. En silencio veo cómo se van dibujando sobre la pantalla negra las líneas de colores que marcan la temperatura, la salinidad, el oxígeno... Líneas que bajan a medida que la roseta desciende en el agua, profunda y oscura, mientras envía hacia nosotros sus señales de electricidad que se transforman en luz al llegar a la pantalla.
Thursday, February 14, 2008
Mirando alrededor
Cada habitación tiene un par de camarotes y un par de escritorios. Closet, cajones, un lavamanos e incluso un televisor. Me siento un momento y miro a mi alrededor con una extraña sensación de simultánea novedad y tranquilidad.
La cama... en el segundo piso del camarote... tendida.
Mi maleta... desempacada... guardada en el fondo del closet.
La ropa... medias de lana, sacos abrigados, pantalones de ski... doblados en los cajones.
Respiro profundo.
Estoy sentada en una silla de oficina, en la cual las usuales rueditas han sido reemplazadas por bases de caucho. Me toma unos segundos de reflexión el comprender por qué no tiene ruedas. Por la misma razón que los estantes tienen travesaños y los corredores barandas: estoy en un barco.
LLegar es extraño. Es como ser transportada instantáneamente de un mundo a otro. Sólo han pasado horas, pero siento que llevo una cantidad de tiempo... indeterminada.
Afuera ya es de noche.
La cama... en el segundo piso del camarote... tendida.
Mi maleta... desempacada... guardada en el fondo del closet.
La ropa... medias de lana, sacos abrigados, pantalones de ski... doblados en los cajones.
Respiro profundo.
Estoy sentada en una silla de oficina, en la cual las usuales rueditas han sido reemplazadas por bases de caucho. Me toma unos segundos de reflexión el comprender por qué no tiene ruedas. Por la misma razón que los estantes tienen travesaños y los corredores barandas: estoy en un barco.
LLegar es extraño. Es como ser transportada instantáneamente de un mundo a otro. Sólo han pasado horas, pero siento que llevo una cantidad de tiempo... indeterminada.
Afuera ya es de noche.
Monday, February 04, 2008
El barco
Abro una estrecha puerta de madera que sobresale en cubierta, bajo por unas escaleras metálicas a un espacio semi-cerrado y entro por una de esas grandes puertas metálicas que caracterizan a los barcos. Y detrás de la puerta...
Wow
“Min? Marcela? Hola, soy la oficial encargada de logística, si son tan amables, pueden venir conmigo a firmar el registro de entrada al barco. Luego, les voy a mostrar su cuarto”. Min y yo nos miramos y sonreimos.
Mientras caminamos me dejo invadir por la calidez del ambiente; una agradable temperatura que se ve favorecida por la madera en las paredes o los tonos terracota de las cortinas en las habitaciones.
Nuestros camarotes están en el piso más bajo, en la proa del barco, justo al lado de la sala de operaciones de la Roseta-CTD (de la cuál hablaré en numerosas ocasiones más adelante). Son sólo dos de los más de 40 camarotes destinados a científicos. Nos advierten que por su ubicación en el barco la habitación puede llegar a ser un poco ruidosa, pero es bastante amplia y bonita. Empiezo a sentir una nueva idea de “estar en casa” y por un buen tiempo me olvido completamente de mi maleta.
Wow
“Min? Marcela? Hola, soy la oficial encargada de logística, si son tan amables, pueden venir conmigo a firmar el registro de entrada al barco. Luego, les voy a mostrar su cuarto”. Min y yo nos miramos y sonreimos.
Mientras caminamos me dejo invadir por la calidez del ambiente; una agradable temperatura que se ve favorecida por la madera en las paredes o los tonos terracota de las cortinas en las habitaciones.
Nuestros camarotes están en el piso más bajo, en la proa del barco, justo al lado de la sala de operaciones de la Roseta-CTD (de la cuál hablaré en numerosas ocasiones más adelante). Son sólo dos de los más de 40 camarotes destinados a científicos. Nos advierten que por su ubicación en el barco la habitación puede llegar a ser un poco ruidosa, pero es bastante amplia y bonita. Empiezo a sentir una nueva idea de “estar en casa” y por un buen tiempo me olvido completamente de mi maleta.
Sunday, February 03, 2008
Caminando en el océano
... Por si acaso, la fecha de esta historia todavía es Jueves 10 de enero! ;-) ....
Me bajo del avión y pongo mis piés por primera vez en el hielo. Es una superficie dura y translúcida, cubierta por la nieve blanca que cruje con mis pasos. Debajo de la nieve está el hielo; y debajo del hielo, el océano. Mientras camino pienso en el agua del mar que corre bajo mis pies. Es una sensación extraña.
Llegamos en medio de la penumbra. Miro alrededor y todo es blanco hasta el horizonte. El frío y el blanco azulado despiertan mis sentidos. Estoy feliz. El barco se ve a lo lejos y a medida que nos acercamos, algunas personas que están afuera nos saludan con la mano.
Subimos al barco por una escalera que desciende hasta la superficie el hielo. Arriba en la puerta nos esperan algunas personas que aún no alcanzo a distinguir. Una vez arriba, reconozco a Natalia, una muchacha de Rusia que conocí el verano pasado en Svalbard y quien me recibe con un abrazo. En cubierta también hay otras personas que aún no conozco, pero que llegaré a conocer más adelante; una de ellas nos recibe con un caluroso “Welcome on board!”, acompañado de una gran sonrisa que se asoma debajo de muchas capas de ropa, bufandas y gorros.
Parte del equipaje acaba de llegar en la motonieve pero el mio llegará en el segundo viaje; y mientras espero veo cómo todo el mundo regresa rápidamente a sus propias ocupaciones. Nosostros llegamos en la mitad de una sección: los otros científicos y la tripulación llevan tres semanas en el barco y ya tienen una rutina establecida. Yo, en cambio, estoy un poco desorientada y no sé a dónde dirigirme. Min entra sin vacilación al interior del barco y yo decido seguirla... ya me ocuparé más adelante de mi maleta.
Me bajo del avión y pongo mis piés por primera vez en el hielo. Es una superficie dura y translúcida, cubierta por la nieve blanca que cruje con mis pasos. Debajo de la nieve está el hielo; y debajo del hielo, el océano. Mientras camino pienso en el agua del mar que corre bajo mis pies. Es una sensación extraña.
Llegamos en medio de la penumbra. Miro alrededor y todo es blanco hasta el horizonte. El frío y el blanco azulado despiertan mis sentidos. Estoy feliz. El barco se ve a lo lejos y a medida que nos acercamos, algunas personas que están afuera nos saludan con la mano.
Subimos al barco por una escalera que desciende hasta la superficie el hielo. Arriba en la puerta nos esperan algunas personas que aún no alcanzo a distinguir. Una vez arriba, reconozco a Natalia, una muchacha de Rusia que conocí el verano pasado en Svalbard y quien me recibe con un abrazo. En cubierta también hay otras personas que aún no conozco, pero que llegaré a conocer más adelante; una de ellas nos recibe con un caluroso “Welcome on board!”, acompañado de una gran sonrisa que se asoma debajo de muchas capas de ropa, bufandas y gorros.
Parte del equipaje acaba de llegar en la motonieve pero el mio llegará en el segundo viaje; y mientras espero veo cómo todo el mundo regresa rápidamente a sus propias ocupaciones. Nosostros llegamos en la mitad de una sección: los otros científicos y la tripulación llevan tres semanas en el barco y ya tienen una rutina establecida. Yo, en cambio, estoy un poco desorientada y no sé a dónde dirigirme. Min entra sin vacilación al interior del barco y yo decido seguirla... ya me ocuparé más adelante de mi maleta.
Saturday, February 02, 2008
Bitacora
Como podrán imaginar por mi silencio en estos días, la vida en el barco es ocupada. Muy ocupada. Así que mientras tanto, aunque es un salto en la continuidad de la historia, les dejo la bitácora que escribí y que publicaron en la página del barco.
Claro, como siempre ocurre, ahora que la leo de nuevo quisiera poder editarla... ! Cuando la escribí no tuve mucho tiempo para corregirla y está larga y difícil de leer; pero no hay remedio, así que tendrán que tenerme un poco de paciencia mientras la leen :-)
Claro, como siempre ocurre, ahora que la leo de nuevo quisiera poder editarla... ! Cuando la escribí no tuve mucho tiempo para corregirla y está larga y difícil de leer; pero no hay remedio, así que tendrán que tenerme un poco de paciencia mientras la leen :-)
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