Hoy sólo puedo escribir unas pocas palabras puesto que tengo mucho trabajo por terminar en el laboratorio. Quiero viajar a Colombia en septiembre, y eso me deja escasamente con un mes y unos días para terminar todo lo que requiera más instrumentos que mi mente y mi computador.
Continuando con lo que recuerdo (o con las pocas cosas que anoté) sobre mi viaje, debo decir que en lo primero que me fijé al llegar a Suecia fueron los árboles. Hay montones de árboles por todas partes. Bueno, al menos en la ruta que conecta al aeropuerto con la casa en la que me estuve quedando, en las afueras de Estocolmo. Lo otro que sentí fue el espacio al rededor. No sé cómo decirlo, pero recuerdo que al mirar a la distancia, incluso si había otras casas, una grúa de una construcción cercana y muchos muchos árboles, también se sentía un vasto espacio extendiéndose en todas direcciones.
Ambas impresiones se confirmaron más adelante, en mi ruta hacia Lövsjö. Suecia quedó en mi memoria como un país lleno de árboles, y con mucho espacio alrededor.
Friday, July 20, 2007
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