Mi computador venía cómodamente configurado para trabajar con Windows. Casi cualquier programa que pudiera necesitar (incluyendo el MatLab que necesito para mi clase mañana) está disponible en Windows.
Tenía dos opciones, escogí la segunda.
1. Comprar MatLab para Windows, e instalarlo (tiempo estimado: 30 minutos).
2. Comprar MatLab para Linux. Averiguar quién más en el departamento usa Linux y qué versiones. Escoger una versión. Decidir si conservar Windows o borrarlo completamente. Hacer una partición en mi computador. Descargar la versión de Linux que otras personas de mi laboratorio utilizan (Ubuntu). Instalarla. Resolver algunos problemas básicos de la instalación de Ubuntu tales como poder escuchar música en mp3 (previendo lo que viene a continuación, era importante tener música). Intentar instalar MatLab. Recibir mensajes de error básicos. Buscar en internet la solución. Resolver los problemas básicos. Recibir mensajes de error complicados. Buscar en internet la solución. Ensayar distintas opciones. Recibir los mismos mensajes de error. Volver a leer las instrucciones de instalación. Encontrar el error. Resolver el error. Instalar MatLab. Prepararse sicológicamente para futuros mensajes de error. (tiempo estimado: 8 - 12 horas. Tiempo real: tres días, debido a mi lentitud en tomar decisiones)
Un pequeño acto de rebeldía, porque en la página de Ubuntu aparecen cosas como: "el software debe ser gratuito" ... "libre de personalizar o modificar el software del modo que crea más conveniente" ... "socialmente útil" ... "comunidad de personas" ... "ideales", y en la de windows no. Cierto, puede que traiga más complicaciones. Pero como Paolo Soleri describió en este libro, existen dos tipos de personas.
1. Las que encuentran que lo valioso es estar contento
2. Las que encuentran felicidad en las cosas valiosas
Yo escogí la segunda.
Thursday, April 05, 2007
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